Los lagos chilenos

Al salir de la isla de Chiloé descubrimos que el sur chileno empieza aquí realmente, todo lo anterior son ¨Zonas aisladas¨, y se nota la diferencia, aparecen las autovias, los grandes centros comerciales, los clubes privados, los campings,... Pasamos la gran ciudad de Puerto Montt por el lateral y vamos directos a Puerto Varas, en la orilla del lago Llanquihue y con el Calbuco al fondo (el mismo que hace mes y medio entró en erupción y sus cenizas llegaron al lado argentino hasta Puerto Madryn!). Una ciudad de influencia alemana en su estructura ordenada y sus casas que recuerdan a Europa del Norte.

Aquí tuvimos la suerte de que nos acogieran los tíos de Paulina, Patricio y Ana Maria. Muchas gracias!!

Después de comer buen pescado y probar el Pisco Sour (si en alguna de las cientos de fiestas con chilenos hubiéramos llegado a la hora lo habríamos probado en España, pero siempre era lo primero en terminarse), seguimos el camino, bordeando el lago y acercándonos al volcán Calbuco (que ya no está en riesgo, tranquilidad). En Ensenada y Petrohué se podía ver toda la ceniza y arena caída, que tapizaba los campos, los laterales de la carretera, las casas, ... todo. Era como nieve gris.

Uno de los parkings de Petrohué tapizado de arena volcánica

El parque nacional Llanquihue también se lleno de ceniza, dando unas imagénes espectaculares al caminar por él, parecía que estábamos pisando nieve dejando nuestras huellas.

Dormimos a los pies del volcán Osorno, que aunque es un volcán precioso, cónico, con su nieve, lo que sería un volcán de libro, se iba tapando y destapando con nubes.

Hay que decir que la lluvia y las nubes nos han acompañado allá donde vamos.

Impresionantes imagenes

El momento en que las nubes nos dejaron ver el volcán, y el sol aprovechó para salir.

La selección de fotos la ha realizado Luis, y parece que el tema de la ceniza le impactó mucho...

Realmente lo que me impacto como Aurora no disfrutaba...

Es más, parecde que le trastocó.... eso lo escribió él sólo..... me preocupe y todo.

Pensando en lo que acababa de escribir en la arena....

Continuamos hacia el sur, dejando el volcán a la derecha hasta Cochamó, que se encuentra en el estuario del rio Relonavi, es decir al borde de agua salada, por esa topografía que tiene el sur de Chile. Un lugar precioso, tranquilo, rural pero que en verano cada vez es más turístico. Aquí nos quedamos un par de días en el camping del señor Rubén, quien hizo del pasto de detrás de su casa un camping rural, y aprovechamos para hacer algunas excursiones.

El puerto de Cochamó con la marea baja

En el camping de Cochamó

Pasando hacia el valle del rio Cochamó, en dirección a La Junta, que en verano es un lugar precioso ( eso dicen las guias), y en invierno los caminos están ocupados por ríos, pero la aproximación nos llevo a sitios tan bonitos como este.

Finalmente decidimos que la lluvia no podría con nosotros y nos compramos los trajes de marineritos, solo nos faltan las botas de agua!

De Cochamó regresamos al norte hacia el paso de Aguas Calientes hacia Argentina, pasando por el parque de Puyuhue, con sus termas, y sus innumerables cascadas, tanta lluvia tiene que salir por algún lado...

Termas Aguas Calientes

Aurora haciéndose la tímida....

Paseando por Puyuhue, aquí les sobra el agua por todos lados.

De aquí continuamos nuestro camino hacia Argentina, esperando que apareciera un poquito el sol, porque a Chewaka ya le están creciendo setas por todos lados, y a nosotros escamas. Pero eso será otro episodio!