sábado, 26 de septiembre de 2015

Guay del Paraguay

Siguiendo en nuestro recorrido por el interior de Paraguay decidimos saltarnos la capital, Asunción, y seguir hacia el norte hasta el parque Laguna Blanca. Las carreteras principales nos maravillaron, rectas, bien asfaltadas, pero en cuanto salimos volvemos a la fiesta de los baches y el barro, todo un reto para nuestra furgonetita....pobre Chewaka
Sin embargo, todo camino malo vale la pena, al llegar a Laguna blanca nos encontramos con una laguna, obviamente, rodeada de bosque preservado y con una playa de arena blanquisima. Alli habían montado un camping con sombrillas y hamacas, nos acabábamos de trasladar al Caribe sin darnos cuenta.

Lluis que pensaba que en Paraguay se había librado de la playa....

El agua fresquita en un día de calor.
En esta laguna encontramos turistas por primera vez en nuestro recorrido por Paraguay, eso sí, un tanto atípicos: Estadounidenses (bastante estándar), lituano que trabajaba en brasil y llevaba en su mochila ropa elegante para el trabajo y nada mas, alemanas testigo de Jehová que vivían en Paraguay para llevar su mensaje en aleman a la amplia población menonita que solo habla alemán,.... y nosotros.

Aurora tostándose un poco al sol

Lo que lo diferenciaba del Caribe es que el agua era un poco turbia, y dulce.


Alrededor de la laguna había un parque con el escaso bosque nativo que la soja ha preservado, lugar que las arañas aprovechan para lanzar sus redes de un lado al otro del camino, imposibles de evitar al caminar.
Tuvimos la suerte de coincidir con noches de luna llena, espectacular al salir naranja sobre la laguna y luego iluminando la noche.


Tras dos días de relax pseudo playero toca continuar con nuestro viaje, seguimos carretera hacia el norte, cerca de la frontera con Brasil, hasta el parque de Cerro Corá, lugar histórico para Paraguay, pues aquí murió el general López y con él la guerra de la triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay) en el que paraguay menguó considerablemente su territorio.
Además de un lugar para reunirse el aniversario de su muerte en un evento militar y patriótico, el parque tiene un entorno natural precioso, subtropical, con un calor de la muerte, pero con un río salvador que dejaba bancos de arena a modo de playas.





Nos dejaron pasar noche en el camping del parque, preparado para grandes reuniones de gente el día del aniversario del Gral Lopez, pero vacío el resto del año. Un lugar perfecto para sacar nuestra hamaca, una pena la cantidad de mosquitos, y nosotros con el repelente casi terminado!
las hormigas aqui crean sus propios castillos, mejor no molestarlas

Rio poco profundo donde refrescarnos

De quien se escondía aurora?

En Paraguay, como no, tocaba ver la película de La misión, y ese día estábamos recordando

La cantidad y la rapidez de los mosquitos de este sitio es increíble, atacan por la espalda cuando estas desprevenido.

Este es un país de hamaca completamente
Esta sería una carretera paraguaya, tierra roja y frondoso y verde en los laterales

Nuestra siguiente parada fue en Concepción, a orillas del río Paraguay. La ciudad sencilla y sin grandes atractivos cuando la visitas a las 3 de la tarde a 39ºC, así que huimos a un parque privado cercano, donde una pareja alemano-paraguaya había montado un oasis de árboles, orquideas,piscinas y animales.
Habían montado un acuario iluminado por la noche y entre los animales estaba nuestro amigo el Tapir, que ya nos había sorprendido al entrar en paraguay en otro parque. Parece que alguien estaba despistado cuando creó a este extraño animal. Aunque a mi siempre me ha caído bien este animal amigo del marsupilami.





En nuestros planes sobre el mapa la ruta Transchaco, que une Paraguay con Bolivia cruzando el paisaje del chaco nos parecía una preciosa línea recta y una carretera principal.... que ilusos.
El chaco se divide en húmedo, lleno de palmerales y seco, con lagunas saladas y dulces (tan seco no es entones,...) 


En mitad de este paraje del chaco existe y prospera una comunidad de cristianos menonitas, quienes han hecho de su cooperativa lechera una de las empresas más eficientes de Paraguay. Con todos nuestros prejuicios a la espalda aparcamos en una de sus ciudades, Loma plata, esperando encontrarnos una comunidad de cristianos evangelistas que hablan alemán y no se relacionan mas que dentro de su propia comunidad. 
Como ya viene siendo habitual en este viaje la realidad nos sorprende, y nada más bajar del coche, alguien nos sonrie y nos pregunta que buscamos, inicamos una conversación con Alfred, un pastor menonita, quien a las 5 frases nos está invitando a su casa. Él y su mujer Astrid y sus tres hijos nos reciben en su casa, nos invitan a cenar y conversamos hasta la noche. Un día increible y totalmente inesperado.

MUCHISIMAS GRACIAS FAMILIA

Al día siguiente Alfred nos invita a su finca, donde tienen vacas y unos caballos que recién empezaban a domar, algo que nunca habíamos visto y dudo que podamos volver a ver, así que aceptamos emocionados. En el camino paramos a ver las lagunas saldas, lugar de importancia para las aves y sus migraciones.


El caballo marrón ya estaba domado y era muy tranquilo, pero el otro empezaba el proceso de doma y era el primer día que le montaban, tenía una mirada de cabreo y frustación totalmente humanas, pero se comportó y no intentó tirar a su jinete.

Y como si hubiera escuchado las miles de veces que Luis quería hacer una excursión en caballo, nos invitó a montar el caballo tranquilo. Lluis parece que hasta se le daba bien... yo confirmé mis sospechas de que soy alérgica, y varios ventolines y antihistaminicos despues pude dejar de toser, llorar y moquear... vaya amazona que estoy hecha.





En el vídeo se oye como Alfred se rie del pelo de Luis y dice: "Parece que acaba de salir del bosque", ya llevaba yo unos días insistiendo en cortarle el pelo, pero no me hacía caso....
De camino de vuelta pasando por una zona pantanosa Alfred frena el 4 x 4 y dice: He visto un yacaré (cocodrilo), yo pensando que era para enseñárnoslo.... pero no! Saca un rifle y se va en su búsqueda, parece ser que la carne es muy muy rica. Una pena que no lo encontraran, una suerte para el cocodrilo.


Después de semejante trato de reyes nos despedimos con pena de la familia y continuamos, decididos a cruzar el Chaco hasta Bolivia, total 120 km de carretera "no muy buena" no pueden ser tan malos.
Nuevo error, pasamos 5 horas saltando entre trozos de algo que debió ser asfalta, socabones, arena, y polvo, sobre todo mucho mucho polvo. Para cuando llegamos al aslfalto de nuevo y la frontera con Bolivia estamos respirando polvo y agradecidos de que Chewaka no se haya caido a pedazos (o eso pensábamos ese día....)
Humor Paraguayo



Paraguay nos ha encantado, ahora es el turno de Bolivia

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